jueves, 24 de abril de 2014

fecha y profundidad de siembra del garbanzo

La anticipación o atraso de la nascencia del garbanzo estos son dos aspectos prácticos que preocupan al productor.

Aparte de elegir una siembra de otoño o la de primavera, ajustes de una semana pueden ser cruciales. Aquí predomina la de primavera por la mala experiencia con la rabia (ver oportunidades con cultivos asociados e intercalares). Por ejemplo, cuando hay sequía en la primavera es crucial haber alcanzado a tiempo la floración y formación de vainas porque si no se frena el desarrollo vegetativo y la producción se compromete seriamente.

El entorno impone unas condiciones sobre la hidratación y germinación de la semilla. Voy a comentar algunas de las consideraciones necesarias antes de tomar una decisión. 


cuatro a quince
Éste es el margen de profundidad con el que se puede jugar (en cm). No todas las máquinas lo permiten. Además se puede combinar con siembra sobre caballones o mesetas. Cuanto antes nace la plántula y se activa la fotosíntesis, antes se estimula la actividad radicular y se avanza hacia la nodulación de rizobios. Por el contrario la siembra profunda hace consumir mayores reservas de los cotiledones.

rastrojo frío
La siembra directa consume menos combustible pero el suelo con rastrojo es más frío y tarda más en alcanzar la temperatura. En estas condiciones conviene siembra somera. Pero si se quiere la técnica con herbicida conviene profundizar para atrasar la emergencia de los brotes. Hay documentación sobre herbicidas totales en preemergencia y algunos en post, pero en España hay pocas materias activas específicas para este cultivo, y los de post pueden ser prohibitivos. Prefiero explorar los recursos agronómicos y las prácticas ecológicas antes que dejar el dinero en la botica.

Esta consideración es importante por si hay que anticipar una o dos semanas la siembra sobre la fecha usual.

suelo empapado
Estas condiciones en inviernos muy lluviosos causan cierta debilidad de la planta y mayor propensión de ataques de hongos del suelo (ver entrada). En estas condiciones convendría colocar la semilla somera. Este suelo encharcado también será más frío como el rastrojo comentado antes. La espera al oreo reduce los 80-100 días necesarios para alcanzar la madurez.

Existen recomendaciones sobre el empleo de caballones o mesetas para elevar el grano respecto a la zona de mayor humedad. El problema es que esta máquina es más propia de hortelanos que de extensivos y que cambia las condiciones del terreno para la recolección con lo que puede haber un peor rendimiento de la cosechadora.

Otras recomendaciones son precisamente lo contrario, enterrar la semilla hasta quince centímetros para que las plántulas débiles sucumban y la enfermedad no se propague. Esto es más más efectivo en el caso de la rabia. En el caso de los hongos del suelo lo que es determintante son unas condiciones ambientales que los parásitos aprovechan: planta débil (asfixia raíz) + humedad. Y contra eso no hay productos químicos que nos salven, por mucho que prometan algunos vendedores con catálogos a color. Además en estas condiciones es imposible la circulación por el terreno y tampoco se puede iniciar ningún tratamiento.

Mi recomendación es que si persiste el interés en la siembra a pesar que el año venga malamente, hay que diseñar una alternativa estratégica como un cultivo intecalar: por ejemplo, si el garbanzo me sale cojo, estoy a tiempo de meter un girasol que aprovechará toda esa humedad y además la fijación del nitrógeno, y puede que hasta logre recoger garbanzo a pesar de todo. Los cultivos asociados modifican las condiciones del suelo y reducen los problemas de los hongos del suelo.

lluvias atrasadas
Otros inviernos vienen al contrario. Es cuando los agricultores se la juegan con la siembra seca. En este caso el atraso puede suponer una mejor adaptación de la flora adventicia y una mala defensa del cultivo. Conviene la profundidad hasta la zona menos oreada y que la plántula pueda resistir algo de sequía a la espera de las anheladas precipitaciones. En este caso puede ser interesante combinar la profundidad con un adelanto con el objeto de pasar una grada superficial. Claro hay que estudiar bien cavar en varios sitios para ver qué pasa en el subsuelo para evitar que no decapitemos las plántulas. Aún así en siembra profunda la plántula tiene más posibilidades de brotar de yemas si se pierde el ápice.

Esto es válido también cuando el otoño viene seco y no queremos esperar a diciembre con sus heladas sin que las plántulas estén preparadas.

riesgo de heladas
Las heladas tanto de invierno como en primavera llegan a secar la parte expuesta y la capacidad de rebrote es fundamental. En zonas traicioneras - es decir en todo clima templado - conviene ponderar este riesgo. La siembra profunda preserva yemas enterradas que pueden permitir un rebrote. Pero en una zona como la Guareña en la que se superan los 900 m de altitud son muy frecuentes semanas por debajo de los -5ºC. En otras zonas conviene estudiar la climatología para estimar el riesgo. Con menos de un 40% yo me arriesgaría porque estaríamos hablando de producciones en torno a los 1.200 - 1.500 kg/ha y eso debería permitir compensar el año nulo - en el que además puedo hacer otras siembras de primavera o verano.

ajustes
La siembra profunda a veces es más costosa por la demanda de potencia y los equipos necesarios. Influye mucho la maquinaria disponible. Conviene abrirse a probar los trabajos a maquila con sembradoras directas (claro comprobando que no levantaron la bota para consumir menos, je, je). Lo ideal sería poder diversificar el riesgo y combinar en una línea semilla someras y hondas... En cualquier caso el garbanzo germina bastante bien.

tratamiento semilla
Otra cosas es la conveniencia de realizar tests de evaluación de la germinación de la semilla y tests de estrés sobre su vitalidad. Usar variedades resistentes, material comprobado y con tratamientos adecuados.

Estudiar la inoculación. Hay que considerar que los antifúngicos afectan a los inóculos, algunos recomiendan incorporar el inóculo en polvo un par de centímetros bajo la semilla. Conviene considerar también las inoculaciónes vigorizantes que comento en la entrada específica.

Si nos preocupa una pronta brotación ¿porqué todos siembran sin remojar antes la semilla? Algunos dicen que la práctica es una memez, un exceso de mojado puede provocar abovedados y atascos en las tolvas y puede partirse más grano. Cuando la mayoría de la germinación se concentra en 72 h, a mí no me parece una cuestión baladí y algunas agencias sí que la recomiendan. Quizá tras el remojo conviene cierto escurrido para evitar algunos problemas.

Las dificultadas operativas también son considerables, puede hacerse sobre el remolque si los telerines cierran bien, o incluso en los bigbag o sacos yumbo previendo la evacuación de agua (y/o recirculación). Depende del volumen a manejar.

prueba de germinación en paños o papel

prueba de nascencia en arena o tierra
La higiene es otra cuestión crucial. Ni aunque las semillas sean certificadas debe descuidarse. No sé si algún laboratorio puede comprobar la presencia de problemas como la presencia de esporas de rabia o fusarium. Muchas veces las infestaciones se causan ya en la semilla, también por problemas de barrenadora o gorgojos.

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